Es el motor que mueve a las Águilas que aspiran al bicampeonato. Luis Ángel Mendoza, a quien apodan El Quick, elude con la misma habilidad que lo hace en la cancha, a los múltiples reflectores que hoy lo rodean, luego del doblete que aportó el sábado contra Monarcas.
“Gracias a Dios se nos han dado las cosas, tanto en lo personal como en el equipo y contentos con los resultados, para seguir trabajando”, dice con sencillez. “Contento con el esfuerzo y estoy bien centrado y concentrado con el equipo”.
El mediocampista aportó un par de dianas y todavía dio el pase para la anotación de Raúl Jiménez: “Para mí es una alegría anotar con el club y con los compañeros, lo bueno es que se dio la victoria y por eso estoy más contento”, añade.
Mas, a todo esto, no se siente la figura del equipo, con todo y lo mostrado ante los michoacanos, el fin de semana pasado en el Estadio Azteca.
“No sé si la figura, pero aportar lo que uno puede y sabe hacer”, responde, convencido, eso sí de que tiene las cualidades para responder de igual forma en el clásico del próximo domingo contra los Pumas, en CU: “No sé quién sea el favorito o quien se catalogue así”, le responde al técnico auriazul, Antonio Torres Servín. “Nosotros vamos a trabajar para ganar el encuentro ese y los demás”.
Lo que sí le queda bien claro es que se trata de “un partido que se vive y se juega diferente, y estoy preparado para eso”, asegura desafiante.
Mientras tanto, pide calma, porque antes las Águilas tendrán que medirse al Alajuelense, en duelo correspondiente a la Concachampions: “Primero nos vamos a concentrar en el partido de la Concacaf y llegando veremos el duelo del domingo”.
Luis Ángel, sin embargo, no es de los que gustan aparecer en público y presumir. Reservado, prefiere hablar en la cancha y, hasta la fecha, esa fórmula le ha funcionado: “A veces me gusta estar más aislado de esas cosas, pero lo que se necesite hablar, hablamos”, remata convencido.
Se jugará a muerte.
Otro que saborea el clásico contra Pumas es Jesús Molina. El contención, quien no ha tenido regularidad en el inicio de temporada con las Águilas, se muestra sonriente porque el equipo funciona como reloj.
“La verdad es que contento todo el equipo por el buen inicio de torneo. En realidad esperábamos tener un buen inicio, pero no tan bueno, por como se dieron las cosas. No todos hicieron la pretemporada al parejo y la realidad es otra. Gracias a Dios se han ido dando las cosas”, expone.
“No deja de ser un clásico, a pesar de que quizá Pumas no ha tenido un buen arranque.
La estadística queda atrás. Un clásico se vive de una forma distinta y obvio ellos lo van a entender así y nosotros también. Estos partidos se juegan a muerte y esperemos sea un espectáculo para la gente”.