El Clásico Tapatío terminó entre empujones. Clara muestra de que en estos duelos, la palabra “amistoso” no existe. Leandro Cufré corrió a la banca para encarar a Benjamín Galindo, después de la victoria de Chivas por 3-1 sobre Atlas, que le dio a los rojiblancos el título de la Copa Jalisco.
Durante el partido empezó el “pique”, cuando el zaguero argentino, fue a la línea y le gritó al “Maestro”. Los reclamos fueron airados. La molestia era evidente. Y tras el silbatazo final, Cufré explotó. En la banca del Rebaño Sagrado hubo empujones, pero el técnico restó importancia al hecho al asegurar que el “calor” del partido fue responsable de lo sucedido en el Estadio Jalisco.
“Fue una jugada donde yo le reclamo al árbitro que él (Cufré) le pega sin pelota a Miguel (Sabah). Él se ‘engancha’ diciéndome algunas cosas, pero no pasa nada. Es el calor de partido. Sabemos que estos encuentros no son amistosos y más tratándose de un Clásico, pero ahí queda”, sentenció el estratega.
Por su parte, el zaguero central argentino se detuvo apenas un instante en la zona mixta y de forma escueta explicó su versión de los hechos. “Sólo quería felicitar a Galindo y de paso pedirle que me repitiera lo que me dijo (en la cancha durante el partido), porque creo que no escucho bien”, aseveró Leandro Cufré.