La ciudad, el pueblo, la raza aguarda dormida, en calma, el inicio del juego, de la fiesta que significa la Liguilla. Es quizá, una frase hecha, el decir que la Liguilla es una fiesta, pero es verdad, en la ciudad, el pueblo, la raza, de por sí sólo se habla de futbol, y hoy, mucho más.

Desde temprano, los puestos se alzan en cada equina, Sus productos, piratas la mayoría de ellos, se ofrecen al mejor postor. “No hay buena venta, ahorita, cuando llegue la hora del partido y la gente vaya hacia el Corona, va a aumentar”, dice El Golondrino, quien no deja de gritar: “La bandera, la camiseta oficial”.

El estado, Coahuila Torreón, vive tiempos electorales. Se eligen presidentes municipales, por lo que la seguridad es punto primordial, se espera que nada se desborde, por eso, se preparan a conciencia.

Para el juego se han instruido a 800 elementos, divididos así: 450 de la policía preventiva, 280 de protección civil y 70 agentes de vialidad.

Además habrá grupos antimotines y escuadrón canino.

No quieren que ni al aire pase.

El estadio estará lleno, aunque aún hay boletos en taquilla, se prevé que no entrará un alma más, a la hora de que comience el juego.

Los boletos tienen un costo de: $ 500.00 en la parte oriente central; $ 640.00 en poniente lateral; $ 750.00 en poniente central; platea federativa $930.00 y platea élite central $ 1000.00.

Este sería el primer lleno del Corona en Liguilla, ya que contra Atlas, no se logró copar las entradas.

La ciudad, el pueblo, la raza espera dormida el inicio del juego. Un juego que despertará la fiesta en una ciudad, donde el futbol, ya de por sí mismo, el motivo de celebración.