El Potro no solo fue de Hierro, también dejó ver que sin problema puede ser un Potro de Primera División. Atlante goleó 3-0 a Tampico-Madero en la Final de la Liga Expansión y se coronó después de un año y medio de su regreso a la Ciudad de México.

Con doblete del argentino Ramiro Costa y con uno más de un viejo conocido y muy querido por los atlantistas, Christian ‘El Hobbit’ Bermúdez, el conjunto azulgrana liquidó a la Jaiba Brava.

Ganar por amor al club, por el honor y para demostrar que a pesar de lo injusto que resulta no tener como premio el ascenso, un equipo puede ofrecer su mejor versión por el puro orgullo de ser los mejores en su categoría.

Lo equilibrada y disputada que estuvo la final fue el reflejo de lo que es competir en la Liga Expansión, una categoría dura, rocosa, con muchos caminos empedrados y sin la motivación de poder luchar por un lugar para la máxima categoría del futbol en nuestro país.

Tardaron más de 140 minutos para hacerse daño, empujados por el apoyo de sus seguidores, los Potros rompieron el cero en contragolpe que guió y ejecutó de manera brillante el atacante azulgrana, quien a velocidad se plantó mano a mano con el arquero solo para vencerlo con una definición precisa por un costado ante la salida del portero.

Pero esa solo fue la primera pegada, el Potro relinchó y soltó dos patadas de inmediato, la Jaiba todavía no asimilaba el primer tanto cuando una vez más Costa mandó el esférico a las redes con un disparo a quemarropa para firmar su doblete y ‘El Hobbit’, de cabeza, finiquitó el partido y consolidó el campeonato.