Las ministras de relaciones exteriores de Bélgica y Alemania desafiaron a la FIFA en el Mundial de Qatar 2022, pues estuvieron en los palcos de los estadios portando un brazalete que defiende a la comunidad LGBT.

Hadja Lahbib y Nancy Faeser fueron al primer partido de sus respectivas selecciones y se pusieron en el brazo un gafete que tiene los colores del arcoíris y que dice ‘One Love’.

La idea era que los capitanes de siete selecciones europeas lo usaran en los partidos; sin embargo, decidieron no hacerlo, por temor a que recibieran sanciones deportivas.

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A Hadja Lahbib no le importó que compartió palco con Gianni Infantino, el presidente del órgano que rige el futbol a nivel mundial.

“Me explicó por qué había decidido no permitir a los Diablos Rojos llevar el brazalete One Love, según las reglas de la FIFA. Esas reglas no se aplican en las gradas, me quité mi chaqueta y mostré mi brazalete”, explicó la ministra belga en entrevista con RTBF.

La decisión de que la Copa del Mundo de 2022 se realizara en Qatar, fue muy criticada, pues en ese país del Medio Oriente tienen ideologías muy diferentes. El amor entre personas del mismo sexo está mal visto. Las parejas heterosexuales no se pueden dar muestras de cariño en público.

Incluso, varias artistas rechazaron presentarse en la ceremonia de inauguración porque no están de acuerdo con que repriman a las mujeres y violen los derechos de los trabajadores.