Después de un año complicado en el que apenas participó en ocho encuentros con el PSV Eindhoven, Erick Gutiérrez encontró una inspiración con su llamado a la Selección Mexicana, en donde vuelve a “sentirse futbolista”.

Ante Nigeria, el canterano del Pachuca fue uno de los mejores jugadores del equipo Tricolor y se pudo coordinar muy bien especialmente Héctor Herrera e Hirving Lozano, sus excompañeros. Era algo que necesitaba después de todo lo que ha vivido recientemente.

“Ya pasé por cosas muy duras, pero creo que ya maduré un poco más, ignoro todo y me centro en el trabajo de la semana, las ganas que le hecho. El partido contra Nigeria lo disfruté mucho y eso es fundamental, volver a sentirme futbolista, el hacer las cosas bien, eso lo había perdido y lo recuperé acá”, comentó a TUDN. Añadió que su bajo rendimiento en la Eredivisie obedeció a las múltiples lesiones que sufrió y que le impidieron alcanzar un nivel que le diera las armas para competir.

“Yo sabía que tenía que mostrarlo, ya no tenía ninguna molestia, tenía que demostrar para levantar la mano, sé que a veces se cuestiona mi llamado por la falta de minutos y lo entiendo, pero estoy muy agradecido por la confianza del cuerpo técnico, sé que puedo participar en la Copa Oro, tener