Gales llevó a la Selección Mexicana a donde quería, la desquició y con un futbol rocoso logró sacar una victoria que le valdrá para llegar con mejor ánimo al partido de Eliminatoria Mundialista frente a la República Checa en un partido en el que incluso Gareth Bale “sacó el cobre” para apaciguar los ánimos de Hirving Lozano.

Ese futbol, muy al estilo del que se desarrolla en las islas británicas, resultó incómodo para los futbolistas mexicanos, quienes fueron perdiendo la cabeza conforme pasaron los minutos, aunque el caso más notable fue el de Chucky, quien a lo largo del encuentro tuvo roces con los jugadores galeses, siendo el más significativo el que se dio en los minutos finales.

Preso de su desesperación, el mexicano estuvo cerca de armar una bronca cuando al minuto 81 trató de desbordar a Neco Williams y le pegó un jalón después que fuera bien cubierto y el balón saliera por la línea de fondo.

Enseguida, el canterano del Pachuca se encaró con Norrington-Davies, quien se dio la vuelta para que después apareciera Gareth Bale, estrella del Tottenham, quien le metió un empujón.

Al ver que todos se le echaban encima, Lozano prefirió salir de la escena sin que otro jugador mexicano se acercara para tratar de auxiliarlo.