11 de noviembre de 1996, una fecha en particular que quedará grabada con letras doradas no sólo en las memorias más gratas de los aficionados a Boca Juniors, sino también en la historia del futbol argentino.

Ese día, Juan Román Riquelme, una joven promesa de 18 años proveniente de las fuerzas básicas de Argentinos Juniors, realizó su debut en primera división con Boca Juniors ante Unión de Santa Fé, en un encuentro donde los Xeneinzes triunfaron 2-0.

De ahí en adelante esta historia ha sido un constante romance entre el habilidoso mediocampista y la afición del cuadro bonaerense, la cual ha incluido seis campeonatos del torneo local, tres Copas Libertadores, una Recopa Sudamericana, y una Copa Intercontinental.

Un jugador diferente, que a pesar de tener innegables cualidades, únicamente presentó destellos de su calidad durante su corta carrera en Europa, donde militó en el Barcelona y Villareal.

Con el combinado albiceleste disputó 54 juegos, en los que marcó en 18 oportunidades, ganando la Medalla de Oro con la Selección Olímpica en 2008.

A pesar de tomar diferentes rumbos, el resultado siempre fue el mismo, retornar al origen para consagrarse como una de las máximas leyendas del balompié pampero con 90 goles en 388 partidos con la casaca xeneinze.

Este será el tercer regreso (2007, 2008 y 2013) y cuarto debut de Riquelme con Boca Juniors, ahora con el objetivo de devolver las tardes de gloria a los dirigidos por el también mítico Carlos Bianchi.

Ya con 34 años a sus espaldas, Riquelme vuelve a la acción con el equipo de sus amores, y por azares del destino será enfrentando al cuadro contra el que debutó.

Aunque el paso del tiempo es irreversible, sin duda el regreso del icono al barrio de la Boca deberá de ser un aliciente para el conjunto argentino, el cual marcha en la posición 12 en el Torneo Final 2013, con cuatro unidades en tres jornadas disputadas.