De acuerdo con una auditoría que mandó realizar la nueva administración de Cruz Azul, existen contratos que muestran que la exdirectiva del equipo, a cargo de Guillermo Álvarez Cuevas, negoció jugadores a un sobreprecio que le ha costado millones de pesos a la cooperativa. Los nuevos líderes de la cooperativa contrataron a una empresa externa de auditores y de acuerdo con los resultados descubrieron que el club de futbol le cuesta anualmente 2 mil 300 millones de pesos a la cementera, reveló la revista Proceso.

Uno de esos jugadores es el mediocampista Elías Hernández, quien en este Guard1anes 2020 no pesó lo que su carta le costó a la Máquina. De acuerdo con la auditoría, Cruz Azul pagó 8 millones de dólares con un sueldo libre de impuestos de 1 millón 500 mil dólares.

“Sin embargo, en realidad la cooperativa le paga al jugador mexicano 2 millones 300 mil dólares”. Las anomalías también alcanzan a Robin Álvarez, hijo de Guillermo Álvarez, que negoció contratos de jugadores. Varios de estos contratos no contienen una cláusula de rescisión como debería ser con todos los futbolistas activos de un club.

Por esta razón, el club Al Shabab de Arabia Saudita pudo llevarse al defensa Igor Lichnovsky antes de terminar la temporada en la Liga MX. De acuerdo con el semanario, los árabes negociaron al jugador con la Máquina, aunque podrían haberlo contratado de forma libre sin problema, debido a este “error” de Robin Álvarez.

Entre los nombres que se mencionan se encuentra el de Ignacio López Medina, quien sería el promotor cercano a Billy Álvarez que se benefició de muchos de los contratos de jugadores. “Según los testimonios de Alfredo (álvarez, hermano de Billy), López Medina es el promotor que interviene en todas las negociaciones de los jugadores adquiridos por la cooperativa”.