El camino no fue nada fácil, los Patriots tuvieron que sortear muchas dificultades a lo largo de la temporada, como empezar los cuatro juegos sin su estrella, Tom Brady, y todo para quedarse con la gloria en el Super Bowl LI.

Con una remontada de antología en el último cuarto contra Atlanta, New England salió triunfante del NRG Stadium para conseguir su quinto anillo de Súper Tazón, el cual le permite unirse a la lista de Cowboys y 49ers con cinco títulos.

Patriots se pone a uno de los Steelers, quienes con sus seis trofeos Vince Lombardi, son el máximo ganador en la historia de la NFL.

Pese a la suspensión de Brady, New England empezó con una marca de 3-1 la campaña y, con su líder ya a cargo de la ofensiva, tomó ritmo hasta ponerse con marca de siete ganados y un perdido. Fue entonces cuando se toparon con los Seahawks, quienes les propiciaron su segunda derrota del año.

Sin embargo dicha caída sólo significó el despertar de la fuerza para los de Bill Belichick, pues de ahí consiguieron siete triunfos al hilo para llegar enrachados a los Playoffs.

En la Postemporada se deshicieron con facilidad de Houston y Pittsburgh para citarse con Atlanta en el Super Bowl LI, el cual ya es historia.