Tigres vino de atrás para imponerse 2-1 a los Rayados en el Clásico Regio en un partido lleno de expulsiones entre jugadores y elementos del cuerpo técnico.

En un Clásico Regio vibrante y cargado de emociones. El encuentro, marcado por la intensidad, las tarjetas rojas y un final de infarto, dejó a la afición felina extasiada y consolidó la mística del Volcán.

Desde el arranque, Tigres mostró ímpetu en casa. Apenas en los primeros minutos, Juan Brunetta encendió las alarmas con un disparo de larga distancia que se estrelló en el travesaño, haciendo vibrar a la afición local. Sin embargo, el primer tiempo transcurrió con pocas jugadas claras de gol, ambos equipos estudiándose y priorizando el orden defensivo, lo que mantuvo el marcador en cero al descanso.

El segundo tiempo trajo consigo un cambio radical en la dinámica del juego. Al minuto 47, Diego Lainez cometió una falta dentro del área que le costó caro: penal para Rayados y tarjeta roja para el extremo, dejando a Tigres con diez hombres. La tensión se apoderó del Volcán, mientras los visitantes aprovechaban su ventaja numérica para tomar control del encuentro.
Sergio Ramos, en ausencia del habitual cobrador Sergio Canales, asumió la responsabilidad desde los once pasos.

Ramos se estrena 

Frente a un Nahuel Guzmán que, fiel a su estilo, intentó desestabilizarlo dándole la espalda, el campeón del mundo no titubeó. Con un disparo preciso, Ramos marcó el 1-0, silenciando momentáneamente al estadio y desatando abucheos de la grada felina, mientras celebraba su primer gol en un Clásico Regio.

Con un hombre menos, Tigres buscó resistir, pero Rayados mantenía la presión. Al 63’, Germán Berterame tuvo una chance clara de cabeza, pero Nahuel Guzmán respondió con una atajada providencial. En la contra, Uriel Antuna intentó conectar con Nicolás Ibáñez, pero la zaga albiazul bloqueó el peligro. El partido se volvía un ida y vuelta cargado de intensidad, con ambos equipos buscando el arco rival.

Rayados rozó el segundo gol al 70’, cuando Alfonso Alvarado, recién ingresado, sacó una volea espectacular que hizo temblar el travesaño. Minutos después, en un córner, Ramos volvió a amenazar con un cabezazo que pasó apenas desviado. Los visitantes dominaban, pero la expulsión de Berterame por doble amarilla al 75’ equilibró las fuerzas en el campo, devolviéndole la esperanza a Tigres.

Dramático final

El dramatismo alcanzó su clímax en los minutos finales. Al 79’, una roja directa a Oliver Torres, sumada a las expulsiones de Guido Pizarro y miembros de ambos cuerpos técnicos, desató el caos en las bancas. Sin embargo, Tigres no se rindió. Al 90’, Sebastián Córdova empató el marcador con un tiro libre que dejó sin opciones a Esteban Andrada. Y ya en el tiempo añadido, Fernando Gorriarán envió un centro milimétrico que Nicolás Ibáñez cabeceó para el 2-1 definitivo, desatando la locura en el Volcán. Una remontada épica que reafirma el carácter indomable de los felinos.