El sol sonriendo entre la montaña, la naturaleza abrigándote de lado a lado, fue como inicio el evento que será la nueva tradición de las puertas al Cielo, en Gómez Farías.

El pasado sábado 27 de noviembre, se dio el primer paso para que el Tochito alcanzará un nuevo nivel, como deporte y como contacto con la naturaleza, nunca antes visto en algún rincón del mundo con el Tochito.

Un campo escondido entre las faldas de la Sierra Madre Occidental, arropada de abundante vegetación, un toque de sencillez, gente amable y tocheros provenientes de toda la República, fue la primera edición del Cielo Bowl en Tamaulipas.

La llegada al recinto era un reto, jugadores, coaches, familiares, staff y periodistas, tenían que bajar entre 400 a 500 metros en una acera que era apropiada por la misma naturaleza; la humedad y lo lamoso pondría en aprietos y a ‘calentar’ motores para el arranque del certamen.

En el escenario era como una visita al lugar de nunca jamás, bosque, te sentabas en la tierra, estirabas tu cobija, levantabas tu casa de campaña y disfrutabas de la vista, tenías que tener una piedra en el zapato para no estar cómodo.

Con el lance inicial, el ‘’Hit’’ y el ‘’Down’’ se convertía en la nueva música ambiental en estas tierras, el touchdown era el premio para los más fuertes.

Visitas de la naturaleza

Al estar en una biosfera y patrimonio, algo inédito su suscito en el torneo. Entre las voces, una bocina daba la bienvenida a un felino, las personas curiosas se acercaban para apreciar al Jaguar Yahuic, que era la sensación del día. Entre emoción e inquietud la gente presente se acercaba para acaríciarlo y tomarse fotos del recuerdo, siendo otra actividad que te conectaba.

También los ‘peludos’ se robarían la tarde, al meterse al campo de batalla en medio de las finales; silbantes, tocheros les silbaban o les hablaban para no verse lastimados en una jugada.

Vista Periférica

Como rodaje de película de acción, a unos 25 metros de altura, gente sobrevolaba las acciones mediante la tirolesa, otras de las actividades que nos brinda el llamado “pulmón de Tamaulipas”.

La gente saludaba desde los aires y daba la cálida bienvenida a los tocheros.

De Xicoténcatl para el Mundo

A la fiesta se dieron cita las chicas de Diablitas, que fueron campeonas mundiales en esta disciplina meses atrás, comandas por el Coach Raúl Gómez, oriundo de Xicotencatl.

En el primer día del evento mostró su entusiasmo por llevarse esta edición. Cuando se enteró que habría un torneo en estas tierras no dudo en venir, teniendo una final el mismo día en la CDMX, dividió al equipo y partió a tierras tamaulipecas para cumplir su sueño, ‘’Ganar en casa’’.

Con inteligencia, el Diablo Mayor logró su cometido, las Diablitas de la Magdalena Contreras se ganaban el Cielo en Gómez Farias, la celebración del Coach lo detallaba todo, años de estar lejos y regresar para llevarse la gloria.

No es un simple torneo, es unión, reactivación, salud, naturaleza, cultura, paisaje, es el ¡Cielo Bowl!.