Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Gritan como si su voz pudiera cambiar el marcador. Saltan y bailan al ritmo de los goles. Presionan al rival con insultos que ofrecen poesía. Correcaminos ha encontrado en la grada una nueva alma: los Centinelas de Dios el 21.
Esta peculiar barra no está conformada por aficionados comunes. Son jóvenes en proceso de rehabilitación, integrantes de una clínica que ha decidido apostar por el deporte y la comunidad como caminos hacia la reinserción. Desde la tribuna, su presencia ha sido constante durante toda la temporada, ya sea en el estadio Marte R. Gómez en la Liga de Expansión MX o, como hoy, en la Final de Ida de la Liga Premier MX ante Leones Negros, en el estadio universitario “Profesor Eugenio Alvizo Porras”.
Una porra con propósito
“Somos una clínica de rehabilitación tratando de reincorporar a los muchachos en la sociedad”, explica Armando Gómez, director de la clínica Centinelas de Dios el 21 y consejero en adicciones. “Decidimos sacarlos a actividades al aire libre como los juegos de Correcaminos. Apoyamos los eventos locales y así los muchachos descubren que hay cosas que se pueden disfrutar sin alcohol ni drogas”.
Cada partido representa una oportunidad. Entre 15 y 20 jóvenes asisten regularmente, una actividad que ha resultado más que terapéutica. “Los muchachos sueltan el estrés, se relajan, se motivan. Ha sido muy productivo. Es una forma de avanzar en su proceso de rehabilitación”, señala Gómez.
De una caravana al estadio
La iniciativa surgió casi por accidente. “Empezamos yendo al Planetario a jugar fútbol entre nosotros. Luego, un joven interno que estudia en la UAT —y que también es youtuber— nos invitó a una caminata con el rector. Nos dieron entradas para un juego y ahí notamos el cambio: los muchachos se calmaron, disfrutaron, se entusiasmaron. Decidimos seguir asistiendo”.
Desde entonces, con el apoyo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas y del rector Dámaso Anaya Alvarado, los Centinelas reciben boletos para todos los juegos de local. Acompañados por Hugo Olmeda, subdirector de la clínica y exjugador, los jóvenes asisten con orden, alegría y mucha energía.
Más allá de la tribuna
La clínica, ubicada en la calle 21 Juárez e Hidalgo número 157, ofrece atención integral: nutriólogo, psicólogo, actividades culturales, campamentos, visitas a la iglesia y más. Todo está enfocado en la reinserción y reincorporación social bajo la norma 028, dejando atrás los métodos agresivos que aún persisten en algunos anexos.
El proceso no solo busca sanar adicciones, sino reconstruir proyectos de vida. Y en ese camino, Correcaminos se ha vuelto parte del tratamiento. Una porra que alienta, sí, pero también que sana.
Para conocer más sobre esta labor, se puede visitar la página de Facebook Centinelas de Dios el 21.