Sexto clasificado en los Juegos Olímpicos de Londres, Yahel Castillo se bañó en bronce en la final de clavados de tres metros, después de una tarde soberbia en la que su regularidad primero y su espectacularidad al final le otorgaron el premio, para lograr la tercera presea de México en los Mundiales de Barcelona.
La medalla de oro fue para chino He Chong, (bronce en los Juegos de 2012) que sumó 544,95puntos; el ruso Evgeny Kuznetsov logró la plata con 508 unidades y Castillo conquistó el bronce completando 498,30 puntos. Por detrás, en cuarto puesto se clasificó el ucranio Illya Kvasha con 494,10 y quinto fue el gran favorito, el chino Qin Kai con 473,25.
Presente en la final con la cuarta mejor nota el día anterior, el clavadista mexicano se estrenó con la tercera mejor nota (88,40) y mantuvo una excelente regularidad en su actuación, alcanzando el ecuador de la prueba soñando con la medalla gracias a un salto de máxima dificultad que le otorgó 91,20 puntos que fue respondido por el ruso Kuznetsov… Pero no por los favoritos chinos, cuyo error en su clavado les relegaron a la tercera y décima posición.
Castillo, se golpe, se vio acariciando la plata, casi tres puntos por encima de He Chong (256,10contra 253,65), con el otro favorito Qin Cai descolgado 49 por debajo y la tribuna extasiada ante la presión que se contemplaba en cada clavado.
La cuarta aparición le relegó a la cuarta posición a pesar de su buena ejecución, por detrás del ucraniano Illya Kvasha, que sumó 96,90 puntos para aventajarle en 15 centésimas pero todavía 42,10 por delante de Qin Kai, medallista de plata en Londres y séptimo clasificado al acabar el cuarto clavado.
Ante el quinto clavado, el azteca se mantenía 15 centésimas por detrás del ucranio y a 1,05 puntos de He Chong… Y fue entonces cuando la decepción visitó a Castillo, con un salto erroneo que mereció la peor nota de los finalistas (57 puntos), para dejarle con 398,85 puntos, lejos del bronce que marcaban 412,50 de Kvasha y superado por el resucitado Qin Kai, que alcanzó los 102,60 puntos, el record de la final empatado con su compatriota He Chong, para irse a los 402,30.
Pero con el último, con otro salto de dificultad máxima (3,9), Yahel se acercó a la gloria. Sumó 99,45 puntos para irse hasta los 498,30 unidades. Fue su mejor actuación, soberbia y que mereció la ovación de todo el público. Penalizado por el salto anterior, Castillo no pudo alcanzar a Kuznetsov… Pero alcanzó ese maravilloso bronce porque el gran favorito, Qin Kai, presionado al máximo, falló en el último clavado para caer a la quinta plaza final.