El regreso de México a competencias de la Conmebol está a la vuelta de la esquina. A nivel de Selecciones, el torneo que marcará el inicio de una nueva era, benéfica y necesaria para el futbol de nuestro país, será el retorno a la Copa América, para que el Tri prepare una mejor participación en el tercer Mundial en casa, en 2026.
Ambas confederaciones se encuentran en la etapa final de negociación para que equipos nacionales de nuestra región vuelvan a competir con los representativos de América del Sur, la propuesta es que Conmebol organice su certamen de Selecciones en Estados Unidos, con mayores ganancias, por el mejor pago de derechos de transmisión, más socios comerciales, hoteles e instalaciones de primera categoría y otros beneficios.
Con este formato podrán participar México, Canadá y los anfitriones, así como equipos que acrediten la invitación. La propuesta en la mesa de Concacaf es tener un torneo de selecciones en verano durante tres años consecutivos en el vecino país del Norte hasta llegar al Mundial 2026, es decir, dos Copa Oro (2023 y 2025) y una Copa América (2024).
Aún no está cerrado el trato, pero Concacaf trabaja para finiquitarlo en los primeros meses del año entrante, para garantizar que sus Selecciones sede de la Copa del Mundo de 2026 tengan actividad, aunque en lo deportivo, jugar en la comodidad de Estados Unidos pueda echar al traste el crecimiento y fogueo que les daría visitar el certamen en Ecuador o Colombia. En los últimos años, a nuestros futbolistas les ha faltado vitrina internacional para competir y mostrarse.
El plan está sustentado con la buena relación de Yon de Luisa con Conmebol y la propia FIFA, para atizar dicho evento. Desde su perspectiva, esto dará mayor juego y roce al cuadro tricolor. Además, se buscarán giras europeas en al menos dos años, en noviembre de 2023 y 2025, y contempla microciclos con futbolistas de Liga MX. Esto se cerrará con el nuevo entrenador, al que llevan definiendo perfil y buscando apellido desde hace dos meses.
La participación en Copa América es sólo parte de una reestructuración urgente en el futbol mexicano a nivel de Liga MX, Selección Nacional, hasta como producto comercial y deportivo. Lo de carácter inmediato es generar estructura sólida y permanente, que dé equilibrio a la Selección Nacional en todas sus categorías. Es momento de crear un modelo de trabajo acorde al futbolista mexicano, que le regrese identidad.