Serio, contrariado, Miguel Herrera ha perdido la sonrisa. Y luego de reconocer que la derrota frente al Alajuelense y el adiós al Mundial de Clubes significa un “fracaso” para el América, el director técnico de la Selección Nacional, a partir de hoy, deja ver que este asunto no es contagioso y evita las comparaciones, aunque aporte 10 elementos al representativo verde.
“Esto es el América y ya mañana será la Selección. No hay nada qué comparar. Que haya 10 jugadores de América, sí es una base, pero vamos a trabajar para ver quiénes son los mejores e iniciar el partido (contra Finlandia)”, explica al término del encuentro celebrado en el Estadio Azteca, último como estratega azulcrema, antes de irse a préstamo a partir de hoy, en el Centro de Alto Rendimiento.
“Hoy un fracaso no poder avanzar a la fase de grupos, es un fracaso. Hoy la pelota no quiso entrar, fue un buen partido, pero no pudimos meterla o más bien no quisimos meterla. Ellos hicieron su trabajo y así es el futbol”, lamenta “El Piojo”, quien no evade la responsabilidad.
Sin embargo, enseguida precisa que el futbol mexicano no está sobrevalorado, porque “esta noche se jugó bien, hoy no cayeron los goles y así es el futbol”, explica.
Enseguida, añade que esto no es de suerte, simplemente “no la metimos” y hace notar que Raúl Jiménez, otrora salvador azulcrema, “estaba solo y la estrella al poste, y la de Aquivaldo, con el pie, y el portero la tapa, o el cabezazo de Rey a un lado. Hubo otra de Luis Gabriel que se saca al defensa y patea para arriba. Ellos se defendieron bien y así es como resulta el juego”, detalla.
A manera de lección, destaca: “Hay que estar todos los partidos al 100% concentrados. Hoy pasa por las fallas que tuvimos en la última zona, pero también tuvimos un equipo sólido atrás”.
Ya por último Herrera reconoce que “la verdad es una derrota dolorosa, porque el equipo no juega mal, tuvimos un descuido y lo aprovechan bien, tuvimos oportunidades claras y no pudimos concretar, pero esto se gana con goles y ellos lo hicieron”, al tiempo de señalar que también hay que saber reconocer que el rival se la supo hacer.