Apenas salió del vestidor y los gritos ya estaban ahí: “¡Fuera, Chepo!,¡Fuera Chepo!”. Inclementes, sectores del público en La Corregidora pedían la salida de José Manuel de la Torre como técnico del Tri.
El público queretano se manifestó hostil e iracundo en contra del seleccionador nacional. En cuanto pisó el césped del coso queretano, los aficionados a los Gallos Blancos descargaron su malestar en contra de los malos resultados que ha obtenido el Tri en 2013. No perdonaron al estratega, ni siquiera porque era un duelo amistoso.
Esos gestos de reproche se recrudecieron en cuanto el sonido local dio la alineación. Hasta Miguel Layún, el siempre criticado, fue menos silbado que El Chepo: “Director técnico, José Manuel de la Torre”, se escuchó en las bocinas del estadio como si fuese una provocación. De inmediato, la silbatina en forma de recordatorios maternales quedaron patentes.
El refugio del seleccionador mexicano fue la banca. En los primeros minutos prefirió quedarse sentado que salir a dar indicaciones. El ambiente era adverso también para el resto del Tricolor.
Eran algo raros los abucheos hacia el Tri. México era visitante en su propio país. La gente de Querétaro se decantó rápido hacia sus Gallos Blancos, quienes se quedaron en Primera División, no por méritos deportivos, sino por el poder de su dueño, Amado Yáñez, para comprar una franquicia e instalarla de nuevo en el estadio Corregidora.
Ayer, la Selección de la Copa de Oro simplemente no enamoró lo suficiente para llenar el estadio Corregidora. Precios altos para un juego amistoso, ausencia de las “estrellas europeas” en el Tricolor y una mala racha de los combinados nacionales frustraron una posible buena entrada.
Se dice que el equipo de futbol de México tiene un gran poder de convocatoria, sobre todo cuando sale al interior de la República. La leyenda indica que llena a donde va. Ayer, no. Lejos de verse el verde en las gradas del recinto queretano, el rojo de las butacas predominó en el escenario. El último ensayo del Tricolor rumbo al certamen de la Concacaf quedó sin ambiente digno de Selección Nacional.
Algunos aficionados prefirieron ahorrarse el dinero que representaba ir al recinto a ver al equipo de José Manuel de la Torre. Desde 265 hasta 470 pesos era el costo de las entradas por ver el amistoso del cuadro mexicano ante los Gallos Blancos. Poco accesibles para los habitantes de Querétaro.
“Están muy caros los boleros. La verdad no me alcanza, mejor a ver si lo pasan en la tele”, dijo Mario Martínez, un taxista local sorprendido porque que apenas se enteraba que iba a haber partido en La Corregidora. “Aparte siempre pierde México, a veces ni vale la pena pagar tanto”.
Los malos resultados tricolores no tienen muy contenta a la afición mexicana y por ello lo dejaron claro cuando algunos seguidores balompédicos gritaron el: “¡Fuera Chepo, fuera Chepo!”.