Sigue siendo el rey. Saúl “Canelo” Álvarez(62-2-2, 39 KO’s) volvió a demostrar su dominio en las 168 libras al arrebatarle el invicto a un valiente Édgar Berlanga (22-1-0, 17 KO’s) , quien, a pesar de haber caído a la lona en el tercer asalto, terminó la pelea buscando la victoria. Las tarjetas de los jueces fueron contundentes con doble 118-109 y un 117-110 con las que el tapatío se mantiene como el campeón indiscutido de la división de los supermedianos.
Como si él fuera el retador, Canelo salió desde el primer campanazo con un boxeo agresivo, imponiendo el ritmo del combate. Sus potentes golpes hicieron retroceder a Berlanga, quien desde el inicio sintió el peso de la pegada del tapatío.
En el tercer asalto, llegaron los fuegos artificiales. Canelo amagó con un golpe al costado y, en un cambio de trayectoria, conectó un gancho directo al rostro de Berlanga, enviándolo a la lona. El puertorriqueño, demostrando su fortaleza, se reincorporó rápidamente, indicando que no estaba lastimado.
Para el quinto asalto, la pelea se tornó sucia, lo que llevó al réferi a intervenir en varias ocasiones. Ambos boxeadores se enfrascaron en un intercambio verbal que elevó la tensión en el ring. En el sexto, Berlanga mostró su resistencia y habilidad, defendiendo bien su posición a pesar de estar acorralado en las cuerdas. Incluso puso a prueba la quijada de Álvarez con un sólido gancho de derecha, pero Canelo permaneció imperturbable.
Hacia el octavo asalto, la frustración se apoderó de Berlanga, quien intentó lanzarle un cabezazo a Álvarez durante una pausa del réferi. Canelo respondió con un derechazo, lo que añadió aún más intensidad al combate.
No fue hasta el décimo asalto que Berlanga decidió plantarse en el centro del ring y proponer pelea, recibiendo el reto de Canelo, quien conectó varios uppercuts. Aunque estos parecían potentes, no lograron hacer daño en el puertorriqueño. Sin embargo, en un momento de desconcentración, Canelo confundió la alerta de los diez segundos con el fin del round y, al girarse hacia su esquina, Berlanga intentó aprovechar la oportunidad, pero el mexicano reaccionó a tiempo.
En el último asalto, Canelo bajó la guardia ligeramente, mientras Berlanga buscaba un golpe de suerte. Logró llevar al tapatío contra las cuerdas, regalando un cierre espectacular con un intercambio de golpes que solo la campana pudo detener.