Más de 100 aficionados de La Máquina, pertenecientes a la Sangre Azul, forzaron la reja de seguridad e ingresaron a la cancha del Estadio después del empate contra el Toluca (1-1; 1-4 global) que significó la eliminación del Apertura 2013.
Cuando los fanáticos corrieron sobre el campo, en ese momento los jugadores de los Diablos Rojos, quienes iban a hacer ejercicios de recuperación en la cancha, también corrieron a su vestidor.
Los seguidores Celestes intentaron ingresar al camerino local; al no lograrlo, corrieron hacia donde estaba la porra mexiquense para provocarlos. Después, se dirigieron al otro extremo del inmueble y se subieron a la tribuna para escapar.
La policía del Distrito Federal sólo pudo detener a algunos de los invasores.