A contracorriente de los nacionalistas a ultranza que piden menos extranjeros y más jugadores nacidos en México, el balompié azteca es cada vez más cosmopolita.
En línea con las mejores Ligas del mundo donde los jugadores locales llegan a ser una rareza, el torneo azteca contará para el Apertura 2013 con 105 futbolistas no nacidos en este país, o bien con doble nacionalidad.
Esa cifra podría aumentar hasta 115, ya que la fecha límite para registros de extranjeros es el 5 de septiembre y todavía hay clubes como Cruz Azul, Atlante, Tigres, Atlante, Puebla y Veracruz que pueden fichar más para esa legión.
Además, otros cuadros incrementarían la cuota en caso de incorporar a sus primeros planteles a canteranos de doble nacionalidad.
De los 105 “foráneos” con cupo seguro hasta el momento, sólo 79 actuarán como tales pues los 26 restantes lo harán como mexicanos por naturalización o porque tienen pasaporte mexicano y además el de otro país.
Esto último ha sucedido desde hace varios torneos en Chivas, tradicionalmente nacionalista de pies a cabeza, con Miguel Ponce, mexicano, pero también estadounidense al haber nacido en Sacramento, California.
Incluso, en el Rebaño observaron esta Pretemporada al joven Eric Ávila, finalmente devuelto a Chivas USA, también de doble nacionalidad y quien llegó a defender a Estados Unidos en Selecciones Menores.
La diferencia radica en el creciente número de naturalizados gracias a que la Liga MX emparejó sus requisitos con las leyes de migración, que exigen a los extranjeros cinco años de residencia en el país para ser considerados mexicanos.
Xolos y Tigres son quienes menos se han puesto barreras fronterizas, ya que los primeros cuentan con 13 no nacidos en México o con doble nacionalidad, por hasta 11 posibles de los regiomontanos, en caso de que en algún momento del torneo cuenten a los juveniles Sub-20 Richard Sánchez y Uvaldo Luna, ambos mexico-estadounidenses, y de que fichen a un quinto extranjero tras la liberación de un cupo por la naturalización de Lucas Lobos.
El Monterrey no se quedaría muy atrás. Actualmente con 6 jugadores no nacidos en nuestro país, podría incrementar la cifra si también incorpora al primer equipo a los también mexico-estadounidenses Justin Pérez y Alonso Hernández, quienes realizaron la pretemporada bajo el mando de Víctor Manuel Vucetich.
A falta de fichar un extranjero, el Puebla también tendría 8 “foráneos”, dos de ellos naturalizados: Leandro Augusto y Alfredo Moreno, además de Michael Orozco, de nacionalidad mexicana y estadounidense.
De los 18 clubes de Primera División, sólo cuatro no cuentan con algún naturalizado o jugador con doble nacionalidad: Atlante, León, Chiapas y Santos, aunque este último dejaría de entrar en esa categoría si mantiene en sus filas a Mauro Cejas, quien ya inició el trámite para convertirse en mexicano.
Lejos de reducir extranjeros y limitarse a jugar con elementos nacidos en México, la Liga mexicana cada vez abre más sus puertas y se sintoniza con el futbol globalizado.