Los recuerdos están frescos en su mente por lo logrado por el futbol mexicano aquel 2 de octubre de 2005. Ellos fueron los pioneros, pues a partir de su logro se sumaron otro Mundial Sub 17 y una medalla de oro en Juegos Olímpicos.
Jesús Ramírez, entrenador de aquel Tri Infantil que conquistó el primer Mundial Infantil en 2005, aún goza la gesta.
“Cada vez que pasa el tiempo lo valoro mucho, porque fue un parteaguas para el futbol mexicano. Lo que nos permitió ese campeonato del mundo es que con un muy buen equipo trabajando bien y pensando que se podía hacer realidad, se pueden lograr las cosas. Fue un logro muy justo porque se trabajó para eso”, indicó Chucho en entrevista telefónica.
“Nos permitió ver que hoy, además de que se tiene un cuerpo técnico muy vasto, hay un grupo de visores por todos lados, cuando nosotros nos apoyamos de amigos, de gente de afuera y hoy sin duda ha crecido y mejorado en calidad y cantidad. De lo que se inició a lo que se tiene hoy hay muchos más elementos para poder trabajar”, agregó.
Ramírez, ahora como responsable de las divisiones inferiores del América, relató que desde el primer momento creyó que podía escribir una historia diferente para el futbol mexicano.
“Es mi mejor logro hasta el momento, sin duda. Ni a mí ni a los chavos nos sorprendió llegar hasta donde llegamos. El estar ese día en la Final, puedo decir que el equipo completo tenía una certeza y seguridad de estar en el lugar que quería y en el momento deseado, contra el rival que queríamos.
“El futbol se vio beneficiado con el desarrollo del individuo. Cuando ganamos en autoestima y confianza, el futbol fue el primer beneficiado. Planeamos una Copa del Mundo jugada con la cabeza y no nada más con los pies. Fue fundamental el aspecto mental”, señaló Chucho.