Un enorme zapatazo de Darwin Quintero dicta sentencia. La pelota supera el lance de Miguel Pinto al ‘8 y concreta la remontada de Santos Laguna. El buen paso del Atlas ha sido frenado. La cima de la clasificación general estaba al alcance, pero en lugar de eso, los Rojinegros han sufrido una dolorosa derrota en casa.
Atlas arranca el encuentro con la certeza de que un triunfo le da el liderato general. Y en medio de una profunda crisis financiera, con futbolistas que se niegan a hacer declaraciones debido a los adeudos, pensar en la cima resulta un gran aliciente.
Sin embargo, el equipo de enfrente no es uno más en la liga. Santos Laguna también pelea por los primeros puestos de la tabla. Posee la segunda mejor defensa del balompié mexicano, sólo detrás, precisamente, de los Rojinegros. Así, el encuentro se cierra.
La primera parte se distingue por dos factores inversamente proporcionales: pocas acciones de peligro, muchas patadas. Las emociones en el arco son escasas, ante una gran entrada en el Estadio Jalisco, entregado a lo largo de todo el torneo a unos Zorros que iniciaron con la única consigna de salvarse del descenso y que ahora están a las puertas de la Liguilla.
Las primeras aproximaciones de Omar Bravo, flamante seleccionado nacional, se quedan apenas en buenas intenciones: al ‘7, no es capaz de controlar adecuadamente dentro del área y permite que la defensa visitante le saque el esférico y al ’16, saca un punterazo que pasa por un lado del arco que defiende Oswaldo Sánchez.
El cuadro lagunero es intenso, pero poco claro. Néstor Calderón intenta poner esa dosis de genialidad que pueda abrir el marcador. Al ’18, patea con la pierna derecha en busca del segundo poste. La pelota se va por encima.
Entra el partido en una etapa donde se viven los extremos: pocas llegadas y muchas patadas. Iván Estrada sufre las consecuencias de la batalla. Recibe, al ’27, una dura entrada de Matías Vuoso, que recibe la tarjeta amarilla. Cuatro minutos más tarde, “El Guti” no puede más y pide el cambio.
Las acciones se tornan aún más ríspidas. Y el partido navega, hasta el final del primer tiempo, en un mar de incertidumbre en el que ninguno de los dos equipos es capaz de inclinar la balanza. Paridad de fuerzas llevada al extremo.
Para la parte complementaria, el encuentro se abre un poco. Hérculez Gómez poner a trabajar al chileno Pinto con un derechazo que ataja el arquero rojinegro, al ’48 y dos minutos más tarde, Omar Bravo intenta una volea de pierna derecha que pasa por encima.
Isaac Brizuela conduce para entrar al área. Intenta quitarse a Felipe Baloy, quien se cruza en su camino. “El Conejito” se deja caer y choca con el defensor panameño. El árbitro Jesús Fabricio Morales compra el engaño. Marca una falta inexistente. Señala el manchón penal. Desata algarabía en la tribuna.
Omar Bravo, el mejor jugador del Atlas en el torneo, pide la pelota. Echa un vistazo. Conoce a la perfección a quien está enfrente. Oswaldo Sánchez fue su compañero. Fueron campeones con la camiseta de Chivas. El ahora delantero rojinegro toma el impulso justo. Patea con pierna derecha. Potente y a la derecha del arquero lagunero, que no puede evitar el 1-0, al ’63.
Todo parece preparado para la fiesta rojinegra. Triunfo y liderato general se asoman en el horizonte. Pero en el futbol, nada puede darse por escrito hasta escuchar el silbatazo final. La historia se escribe constantemente. Santos lo sabe.
Carlos Darwin Quintero se aproxima al banderín. Por el costado izquierdo, cobra el tiro de esquina. En el corazón del área, Rodolfo Salinas gana el salto a Rodrigo Millar. El cabezazo va a las redes. Santos empata el encuentro, al ’79. Apaga el manicomio rojinegro. Silencia al Jalisco. Levanta a los visitantes de la banca.
Pero a la historia le falta un héroe. Santos no cree en la sentencia de un empate. Darwin Quintero conduce y acelera. La defensa del Atlas lo ve. Nadie sale a cortarle. Fuera del área, toma la decisión. El zapatazo de derecha es potente. Miguel Pinto vuela. Alcanza a rozar el esférico. No lo suficiente. La pelota estremece las redes. Golazo al ’88.
El cuadro visitante se abraza. Han dado la vuelta al marcador. Con eso, Santos se lleva los tres puntos del Estadio Jalisco y corta el gran momento que vivían los Rojinegros. El liderato deberá esperar. Para Atlas, es un sueño que no se ha podido concretar esta noche.