No es el jugador que más veces ha vestido la playera de la Selección Nacional en su historia; sin embargo, del 8 de septiembre de 2004 a la fecha, Carlos Salcido es el futbolista con más partidos en el Tricolor.
La fecha representa el debut del defensa con el combinado mexicano, ante Trinidad y Tobago, en un partido de eliminatoria mundialista que México ganó 2-0. Desde ese momento, el de Ocotlán, Jalisco, se apoderó de un sitio en el Tricolor, con el que ha jugado en 104 ocasiones.
El viernes pasado, ante Costa Rica, su actuación fue clave, ya que el gol que marcó abrió el camino para que la Selección se impusiera 2-0, y puso pie y medio en el Hexagonal final de la Concacaf.
Ni los históricos Rafael Márquez, Oswaldo Sánchez y Cuauhtémoc Blanco; o contemporáneos como Andrés Guardado o Gerardo Torrado, han vestido tantas veces la camiseta verde.
Jugar 104 partidos se ha dado confianza que me han dado los entrenadores de la Selección. No he tenido una lesión, he sido un jugador constante y no me he perdido de entrenamientos y juegos; eso me ha dado la oportunidad de estar siempre en Selección”, dijo Salcido en entrevista con RÉCORD.
“Se me ha brindado la oportunidad de pertenecer a la Selección Mexicana, siempre tuve ese sueño de llegar y mantenerme, y ahora ya tengo mis años aquí. He vivido cosas buenas y malas, pero jugar con la Selección siempre es motivo de orgullo y motivación, sobre todo cuando se obtienen buenos resultados”.
Cuando recibió su primer llamado, Carlos militaba en las Chivas y Ricardo La Volpe le brindó la oportunidad.
Tuvo grandes exhibiciones en la Copa Confederaciones de 2005 y un año después fue uno de los mejores jugadores del Tri en el Mundial de Alemania 2006. Esto le abrió las puertas para emigrar a Europa y enrolarse con el PSV, de Holanda.
Después de esa primera etapa con el Tricolor, Salcido ha sido llamado por todos los entrenadores que pasaron por el banquillo de la Selección, como Hugo Sánchez, Sven Göran-Eriksson, Javier Aguirre, José Manuel de la Torre, así como por los interinos Enrique Meza y Efraín Flores. Hasta el timonel olímpico, Luis Fernando Tena, lo llamó como refuerzo para Londres.
“De cada entrenador se aprende, cada uno tiene su ‘toquecito’; dicen que los entrenadores están ‘medio locos’, pero siempre tomas lo bueno y lo malo de ellos, te hacen madurar como profesional y como jugador.
“Estoy agradecido del proceso de La Volpe, viví cosas importantes con el ‘Flaco’ Tena; han sido cosas muy positivas y muchas malas, como aquella etapa de tres técnicos con Sven (Göran-Eriksson), Hugo (Sánchez) y (Javier) Aguirre, que llegó al último; fue un periodo muy difícil de Selección”.