En la mesa y en las apuestas Cruz Azul era favorito para vencer a Querétaro en La Corregidora. Sin embargo, la mente de Alex Diego se centró en cómo neutralizar a uno de los candidatos a ser campeón y lo logró. Con 26 minutos de juego, Gallos abrió el marcador y se aseguró de salvaguardar ese gol para traducirlo en el primer triunfo de un proyecto que tiene pocas críticas positivas. La Máquina perdió el invicto gracias al bajo nivel individual mostrado por algunos jugadores que terminaron saliendo de la cancha, aunque sus respectivos cambios de poco funcionaron, pues el tiempo fue el peor enemigo de Robert Dante Siboldi, quien vio caer a su equipo. Hombres como Elías Hernández, el mismo Luis Romo, lucían sin rumbo. El ambiente tenso se contagió más adelante con el poco accionar de Santiago Giménez y un desaparecido Jonathan Rodríguez.
Y también hacia atrás, en donde un pecado de novatez de Josué Reyes terminó por darle la anotación a Kevin Ramírez tras un deslumbrante taconcito de Ángel Sepúlveda.
En el segundo tiempo, el arriesgue de Siboldi se vio con la salida de Adrián Aldrete y dejar la defensa con tres con la entrada de Misael Domínguez, mientras que Santi dejó su lugar a Milton Caraglio.
Sin embargo, el movimiento que le dio un poco de juego a la Máquina fue el que le dio entrada a Yoshimar Yotún, quien recuperó un poco el control, pero no fue suficiente.
Por parte de la banca cementera no había un mensaje de rendición, pues el último cambio fue la salida de Baca por Jonathan Borja en la búsqueda de ese empate.
Mientras tanto, Alex Diego pedía mesura, tranquilidad en sus jugadores que vieron la salvación gracias a una gran acción de Sebastián Sosa en la línea ante el remate de Escobar.
Sin más, el juego terminó con los tres puntos para los locales de manera sorpresiva.