Vaya que los clásicos reviven muertos. Diego Reyes, central americanista y elemento de Selección Nacional, ya se encuentra completamente aliviado y listo para tener acción el próximo sábado en duelo de la jornada 9 entre su equipo, el América , y la Máquina del Cruz Azul.
En entrevista, el joven central azulcrema de inmediato levantó la mano no sólo para tener acción en el choque liguero contra los cementeros, sino a partir de mañana, en la quinta fecha de la Copa mx, contra los Toros de Neza, en territorio nezatlense: “Ya desde mañana voy a poder jugar, gracias a Dios, estoy mucho mejor, al cien por ciento y ahorita a disfrutar el juego que tanto extrañaba”, expresó Reyes.
“Me siento muy bien, por lo mismo fue que paré dos semanas, para estar bien, pero ahorita me siento bien, tranquilo, con la misma confianza de siempre para poder hacer bien las cosas este fin de semana”, añadió el futbolista.
Destacó que el choque contra los cementeros, para él es: “un clásico, en el cual hay mucha rivalidad, pero son partidos bonitos, que se disfrutan y que todos queremos jugar”.
El defensa se siente tranquilo y contento de regresar a la actividad, luego de una breve ausencia por lesión.
Mientras tanto, Miguel Layún, otro jugador que se encuentra en recuperación con los azulcrema, también se alivió repentinamente: “Voy a trabajar a tope esta semana para procurar estar el sábado, con la ilusión que tengo espero que se presente la oportunidad de regresar ante Cruz Azul”.
Destacó que este encuentro es un clásico que dice mucho y llama la atención de todos, por lo que es muy importante para los aficionados y para los jugadores también. “El grupo se encuentra bastante bien, metido, afortunadamente tampoco se ha caído en nerviosismo y somos conscientes haciendo las cosas como lo veníamos haciendo, estando más atentos, vamos a hacer la diferencia para ganar los tres”, argumentó Layún.
Expuso que el hecho de que sea un clásico le da un valor adicional y aseguró que por lo mismo , los dos conjuntos salen a dar el máximo, por lo que ninguno de los dos llega presionado, sino motivado.