Amado Yáñez Osuna llegó al futbol mexicano en el 2012 con la compra de la franquicia de Pumas Morelos, para luego convertirla en Delfines de Ciudad del Carmen y dejarla en manos de Verónica González Gutiérrez, su esposa. Dicha operación se dio a través de AMRH International Soccer, S.A. de C.V; (filial de Oceanografía).

Después, a finales de ese mismo 2012, se hace de Querétaro, sin embargo el equipo descendió al Ascenso MX en la temporada siguiente y es cuando compra la plaza de Jaguares de Chiapas, para mantener a sus Gallos en Primera. Según información de la UIF de la Secretaría de Hacienda, fueron 55.2 millones de pesos los que el empresario pagó por este franquicia.

En septiembre del 2013, una investigación de las autoridades mexicanas destapan varias presuntas irregularidades de Oceanografía en la solicitud de préstamos a la unidad mexicana de Citigroup presuntamente usando como garantía los pagos que esperaba de contratos con Pemex.

El presunto fraude involucró alrededor de 585 millones de dólares en un crédito a corto plazo. Como consecuencia la PGR aseguró los activos de la empresa Oceanografía y así, el empresario dejó a la deriva a sus equipos de futbol, incluidos los sueldos de jugadores y trabajadores.

En octubre de 2014, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) detuvo al empresario por el uso de documentos falsos para solicitar créditos bancarios millonarios.

El 13 de abril de 2017, Yáñez Osuna abandonó el Reclusorio Sur, en la Ciudad de México tras pagar una fianza de 7.5 millones de pesos. Este jueves, 11 de marzo, Yáñez fue vinculado a proceso por el delito de Lavado de Dinero, con todavía dos cargos más pendientes.

Uno por falsificar estimaciones en agravio de Banamex y otro por probable desvío de 55 millones de pesos a través de la empresa que administró el Club de Futbol de Gallos Blancos de Querétaro.