Antonio Briseño y César Huerta protagonizaron un conato de bronca luego de que Toluca rescató el empate ante Chivas.

Los directivos dicen que hay un buen ambiente en el vestidor, sin embargo, los jugadores demuestran otra cosa en la cancha.

Los dos se quedaron en la banca. El Pollo le dijo de cosas al Chino, luego le agarró la cabeza y este le quitó la mano inmediatamente.

El pleito no se hizo más grande gracias a la intervención de sus compañeros.

“Terminamos frustrados. Nadie quedó contento con el resultado. Ya hablamos en el vestuario, se dijo todo lo que se tenía que decir. Todo está bien, no pasó a mayores. No es lo mejor, pero se calentaron”, mencionó el auxiliar técnico Francisco Robles, quien salió a conferencia de prensa tras la expulsión del entrenador Marcelo Michel Leaño.

No es la primera vez que Antonio Briseño se pelea con uno de sus compañeros, anteriormente le faltó el respeto a Dieter Villalpando en un entrenamiento en Verde Valle.