La vida le preparó a Othoniel Arce un destino como futbolista que alguna vez dejó de soñar. A sus 23 años, el delantero del León no oculta sus orígenes humildes, ni la necesidad que tuvo algún día por dejar su hogar, en el Estado de México, para buscar una suerte en Estados Unidos y reencontrarse con su hermana.
Ya en el país del norte, la vida le dio la oportunidad para jugar futbol luego de ser observado por el San Luis, club que finalmente lo llevo a Primera.
“Ha sido un largo camino, de muchas alegrías y muchas cosas. El futbol es mi vida, alguna vez fue un sueño que vi muy lejano y hoy que lo veo hecho realidad, lo valoro mucho”, reconoció el delantero, autor de uno de los goles con los que el León venció a los Xolos en Semifinales.
La decisión de dejar nuestro país en busca de otra calidad de vida la tomó Arce casi a sus 16 años, una vez que vio que sería difícil tener una carrera como futbolista.
“Decidí irme a Estados Unidos a buscar otros horizontes y vida, fuera del futbol, pero la vida me regresó esa oportunidad, la cual ya no quiero dejar pasar, por lo que disfruto cada momento en la cancha”, aseveró.
Ya de vuelta en México, para defender la casaca del San Luis, Arce tuvo que pelear por su lugar, ser prestado a algunos otros equipos hasta tener la confianza de Ignacio Ambriz, técnico que lo debutó en Primera División.
“Son cosas que me dan muchísima fortaleza, me llenan, me ayudan a seguir cada día, cuando las recuerdo, la verdad me dan mucha fuerza para seguir. La satisfacción que le brindo a mi familia y a mis seres queridos, no hay mejor forma que me paguen más que con una sonrisa”, explicó el delantero, quien no dejó pasar, sin embargo, que el momento más difícil que ha tenido en su vida, fue tras el fallecimiento de su abuelo:
“Mi abuelo siempre me apoyó y me decía que debía luchar por mis sueños hasta conseguirlos. Cuando se fue, es algo que me propuse por él y por mí, a mí me hubiera encantado que viera jugar futbol, creo que es el que más marca mi vida y mi carrera.
“Desde que el profe (Matosas) me habló (ante Xolos), en quien pensé fue en mi abuelo, por suerte me tocó la primer pelota desde que entré, y adentro. Siempre que pienso en mi abuelo, me marca”.