De invaluable arma en la banca a titular indiscutible.
Es la mutación experimentada por Oribe Peralta en la opinión colectiva, aunque el medallista áureo en Londres 2012 es cauto y asegura que no se siente con el puesto seguro dentro del Tricolor, sin importar que su actualidad sea mucho más dulce que la de Javier Chicharito Hernández.
“Nunca [me he sentido así]”, ataja. “Siempre trato de trabajar al máximo para ganarme el puesto allí [entrenamientos]… Y nada más. Es lo principal”.
Diversas lesiones lo alejaron de la Selección Nacional. No participa en un duelo eliminatorio desde aquel que marcó el inicio del hexagonal final de la Concacaf, contra Jamaica, en el Estadio Azteca.
Su desarrollado olfato goleador hizo falta al plantel dirigido por José Manuel de la Torre.
“Quiero volver, poder ayudar al equipo y hacer cosas importantes”, sentencia El Cepillo. “No sé si sea el mejor momento de mi carrera, pero sí estoy con muchas ganas y deseos de poder colaborar…”.