La supremacía es total. México gana, convence, divierte y se acerca a Londres. Todo a la vez. Es un equipo hambriento y convencido. Tal como lo quieren los técnicos y la gente. Los jugadores responden a la exigencia. Llegó una exhibición más del Tri Sub-23 en el Preolímpico para humillar 3-0 ahora a Honduras. Fiesta total impulsada por un extraordinario tamaulipeco, Alan Pulido, autor de los tres goles y protagonista del demoledor paso azteca.
Se habló mucho de la cita de este domingo en Carson ante los hondureños. El todavía campeón del Preolímpico fue arrollado por un equipo dinámico, ágil y contundente. La lluvia fue una invitada más al Home Depot Center. Más que un factor, fue parte del juego mexicano y de la diversión de la gente.
Los Sub-23 del Tri no dudaron ni un instante de sus capacidades. La filosofía a seguir era la misma que contra Trinidad para confirmar sus notorias mejoras que en los encuentros del pasado. La fórmula del viernes pasado fue la misma y sin importar el oponente.
El objetivo era presionar, recuperar y trasladar el balón siempre con seguridad. Todos los jugadores entendieron las instrucciones y con el libreto en mano, persiguieron a los rivales, les quitaron el esférico y atacaron con idea. Al 13′, Pulido, tras un pase atrasado de Aquino, se las ingenió, se despojó de la marca y cruzó su disparo para celebrar el primero de la tarde.
Honduras, nervioso y bloqueado en sus ideas, nunca descifró el juego mexicano. Menos la actuación de Pulido. Alan dio cátedra de sus virtudes y confirmó que es uno de los prospectos más importantes del país. Muestra de ello fue la segunda anotación, en la que nuevamente eludió a sus contrincantes y mandó el balón a la escuadra con un dardo imposible para Mendoza, esto a cinco minutos de terminar el primer tiempo.
Con el amplio dominio, en la cancha y en el marcador, el Tri se fue a descansar con el boleto a Kansas en la mano, muy seguro de llegar a las Semifinales a falta de partido y medio por disputar.
Para confirmar la condición, nuevamente en un latigazo, México aprovechó la floja marca rival y Aquino asistió a un Pulido perfecto, que volvió a marcar y fue extasiado a celebrar la que redondeó su mejor tarde como futbolista. Honduras ya no dio para más. Simplemente se resignó ante la supremacía de los que vistieron de negro.
Tena, tranquilo ante la exhibición, rotó a sus jugadores y decidió apreciar el fin de una batalla definida en 46 minutos. México lo hizo todo en tan poco tiempo, que simplemente cuidó su resultado, pero siempre con el balón en sus pies, lejos de la meta de Liborio Sánchez, uno de los viajeros de este Tri, que apenas es exigido en los encuentros.
El camino a Londres sigue su curso. Ya pasó Honduras, la amenaza más importante de la Fase de Grupos que quedó en un simple adversario superado en cada instante, que se destacó más para golpear, víctimas de su frustración. Próxima parada, el cuadro panameño dentro de 48 horas.