Alejandro Irarragorri, presidente de Grupo Orlegi, se ha convertido para muchos aficionados, especialistas y directivos, en un propietario con capacidad de influir y decidir sobre el acontecer del futbol mexicano. Sin embargo, ignora los comentarios y resalta que lo logrado es consecuencia del equipo trabajo y sus procesos.
“A palabras necias, oídos sordos. No quisiera ni calificarnos como exitosos ni mucho menos, porque un éxito es apenas la puerta a un nuevo desafío, y luego me parece que en México el éxito es muy castigado.
“Tal vez hay algunos por ahí que tienen que dar demasiadas explicaciones con los presupuestos que manejan y que no logran las cosas, y cuando no puedes lograr algo, tal vez hay que encontrar las razones de por qué otro grupo sí las logró.
“Aquí no es un tema de Alejandro Irarragorri, es un tema de un grupo de trabajo profesional que está por encima de una sola persona, con una convicción de enfocarse en el proceso de lograr resultados. No lo venimos siendo ayer, desde 2007, en distintas dimensiones; no todo se marca como un campeonato, sino con la profundidad con la que hemos sido capaces de transformar instituciones y, sobre todo, de la vida de las personas alrededor de esas instituciones.
“Por supuesto que tengo voz y trato de exponer los cambios estructurales, como cada quien, desde su trinchera, pero no tengo una decisión, eso me parece ridículo. Si alguien de los presidentes tuviera que algo que decir, que lo diga de frente… He invitado a varios a debatir, estoy listo el día que quieras, me parece un poco penoso y alarmante que haya tanta conversación por atrás y que no se afronte”, explicó el presidente de Orlegi.