Ante un desértico y solitario Estadio Azteca, América retomó el camino del triunfo y selló su pase a Cuartos de Final en el torneo de Copa. La goleada 4-1 sobre el Querétaro reflejó superioridad, pero no un destello de emociones.
Modorra, languidez y aburrimiento predominaron durante casi todo el encuentro. Los segundos pasaban al compás de los bostezos y sólo las anotaciones de la noche interrumpieron el ‘sueño’.
Justamente los goles no reflejarían la sequía de aficionados que proliferó en la tribuna, pues Tony López entró enganchado y aprovechó un centro de Layún por derecha para dar la ventaja a su equipo gracias a un buen remate de cabeza.
Los pocos asistentes en el Estadio Azteca mostraron su júbilo y su apoyo se escuchó más enérgico entre los ecos del inmueble.
Antes de que concluyera la primera mitad, una pena máxima marcada por el silbante Miguel Ángel Flores, tras supuesto empujón de Escalante sobre Layún, volvió a ‘despertar’ a algunos segundos a los presentes. En la misma portería donde falló Christian Benítez el sábado pasado, Rolfi se plantó para tirar con serenidad desde los once pasos y sellar la segunda anotación.
La parte complementaria no elevaría las emociones, siguió el ritmo intermitente y los pocos aficionados en el Coloso de Santa Úrsula reafirmarían un boleto que en el precio estaría lejos de la catarsis deseada.
Los Gallos sufrieron las expulsiones de Gonzalo Pineda, Adrián García Arias y Diego Vera en la segunda mitad, pero el partido no dejó de ser semi lento y poco atractivo. Los Gallos se acercaron en el marcador producto de un tiro magistral a balón parado de Diego Guastavino; sin embargo, fue la acción más peligrosa del visitante en la noche y el único aviso de que existían en la cancha.
En los minutos finales, las Águilas sentenciaron el marcador y la goleada. El juvenil Martín Zúñiga definió con atingencia ante la salida del arquero y posteriormente Juan Carlos Medina cobró a la perfección un tiro libre que se coló en el ángulo.
La escena de un espontáneo que entró a la cancha, más allá de los goles, fue lo más emocionante y aplaudido de la noche. ‘Platicó’ algunos segundos con Aquivaldo Mosquera y puso punto final a un partido que será más recordado por su súbita intervención.