Mientras Luis Ernesto Pérez sufre con el Rebaño Sagrado, su anterior club, Monterrey, lucha por llegar por tercera ocasión consecutiva al Mundial de Clubes. Ambas escuadras viven realidades distintas, pero “Lucho” no se lamenta de haber llegado al Guadalajara.
“Yo nunca me voy arrepentir de las decisiones que tomo. En ese momento yo sabía que estaba pleno, que en Monterrey tenía todo y quise venir aquí a sumar. Estoy comprometido con poder sumar y en este tiempo me he sentido contento, tratando de asumir esa responsabilidad de que el equipo crezca. Espero en Dios y en el trabajo, que pronto podamos llegar a tener resultados”, afirma, con cierta resignación.
Y es que el mediocampista, no quiere que los malos torneos se vuelvan una costumbre para Chivas. “Yo creo que eso lo tenemos que cambiar. Sin duda, sí se vuelve un hábito el ganar y el perder. Nosotros sabemos que este equipo es grande, que tiene que funcionar y trataremos de sacar esto adelante. Es complicado por las situaciones que hemos vivido, pero no hay pretexto. Este equipo está para tratar de ser protagonista cada torneo y cada quien tendrá que asumir su responsabilidad de lo que hace y ha dejado de hacer”, concluye.