Mónica Rodríguez cruzó la meta, acompañada de su guía Kevin Aguilar en los 1500 metros y el cronómetro marcó un tiempo de 4:37.40. El Oro número 100 para México en Juegos Paralímpicos llegó acompañado de un récord mundial de la jalisciense en la actuación que guardará en su memoria por el resto de su vida.
La velocista decidió rendir tributo a la nación tomando la bandera junto a su acompañante y la pusieron en lo más alto. Acto seguido, ambos se colocaron máscaras de lucha libre, rindiendo así tributo a una de las actividades más icónicas de nuestro país. El Estadio Olímpico de Tokio 2020 vivió una de las postales más emblemáticas en lo que va de la justa, protagonizada por Rodríguez y Aguilar.
El atletismo le ha dado a la delegación mexicana el tercer Oro en lo que va de Tokio 2020 y el número 66 en la historia del Paraatletismo nacional. La victoria de la oriunda de Ciudad Guzmán, Jalisco, acercó a México a su medalla número 300 en Juegos Paralímpicos, meta que puede cumplirse en Tokio 2020 con el desempeño mostrado en los primeros días.
“Establecer un récord mundial se siente tan bien. Empecé a correr hace una década, tengo el récord nacional en los 1500 metros, y afortunadamente ahora, en eventos internacionales, no le tengo miedo a nadie”, dijo Rodríguez al finalizar la competencia. “Cerrar la carrera con el récord mundial es simplemente increíble”, añadió.
La jalisciense participó dentro de la categoría T11 del atletismo paralímpico, la cual incluye a personas con una discapacidad visual casi total. Algunos de los deportistas pueden distinguir ciertas formas y es por ello que compiten con los ojos totalmente tapados para evitar que esto represente una ventaja para una persona en específico.