Su equipo está en la cima de la general, ganó los cinco partidos que disputó y nadie ha marcado más goles que sus dirigidos. Hoy, Antonio Mohamed vive días felices.
El Turco ya empieza a cosechar lo que ha sembrado desde enero, pero su misión es entrar en la historia del América. Obtener el título y meter al América al Mundial de Clubes del próximo año son sus objetivos inmediatos.
“Quiero dejar una huella importante en este club, dejarlo marcado, para eso venimos, no venimos de paso. Nuestro objetivo como cuerpo técnico es quedar en la historia del América y eso se logra con el título”, comentó el entrenador.
“Quiero ser campeón e ir al Mundial de Clubes en diciembre del 2015, en eso nos basamos para trabajar día a día, no podemos perder el rumbo. Me siento contento, feliz, más adaptado. Me costó un poco, pero ya estoy más adaptado a la vida chilanga”.
Mohamed abrió las puertas de su casa y se vistió de gala. Sonríe, disfruta al ver cómo su equipo vive un arranque perfecto y se ubica en la cima de la tabla.
América acumula 15 puntos y marcó 13 goles en cinco juegos, su mejor arranque ofensivo en 20 torneos; nunca se da por vencido y ha entregado actuaciones convincentes, gracias al adecuado funcionamiento de jugadores como Oribe Peralta, Rubens Sambueza, Pablo Aguilar y el portero Moisés Muñoz.
“El equipo se ve muy bien y le da derecho a la gente a ilusionarse, sabemos que somos un rival a vencer y estamos obligados a empeñarnos mucho más en cada juego, porque todos van a querer ganarle al América”.
El técnico argentino no se presiona por la atención mediática que dirige al encontrarse en uno de los banquillos más importantes del balompié nacional, el de las Águilas.
“El día que no disfrute o me sienta presionado me voy para mi casa. Duermo perfecto, a mí no me presiona esto, me gusta, me parece que desde que van a elegir a un técnico para el América buscan a alguien que pueda lidiar con esta presión mediática.
“Para mí no es una presión, es un gusto. Nunca me siento presionado, disfruto muchísimo”.