Paciencia, fortaleza mental y un espíritu inquebrantable llevaron ser a Luis Michel en un guardameta que ya dejó huella en Chivas, a pesar de que su carrera no despegó hasta después de los 28 años. Mañana, Michel cumplirá 200 partidos en Primera División, 197 el Guadalajara y 2 con Santos Laguna.

El pasado 24 de septiembre se cumplieron nueve años de su debut en las filas del Guadalajara, equipo en el que no le llegó la oportunidad de consolidarse sino hasta que Oswaldo Sánchez se marchó a finales de 2006.

Antes de adueñarse en forma definitiva la portería rojiblanca, Michel tuvo que salir de la institución y probar suerte en otros equipos. Pasó por el Celaya de la Primera A en el Clausura 2004 y posteriormente estuvo un año prestado en el Santos, donde disputó dos juegos oficiales durante el Clausura 2005. Regresó a Chivas con más argumentos para pelear el puesto.

Durante el 2006, en los torneos Apertura y Clausura disputó, cuatro juegos, aprovechando las pocas oportunidades que tuvo. Para el Clausura 2007, ya sin Oswaldo en el equipo, Luis le ganó la carrera a Alfredo Talavera y José Manuel de la Torre le dio la confianza. Comenzó así una carrera productiva, en la que sólo falta un título.

A sus 33, Michel se ha convertido en un portero seguro para la institución, su experiencia es importante e incluso ha sido el capitán del equipo. Durante 2010 vivió uno de sus mejores momentos, pues sus actuaciones en el arco rojiblanco le valieron la posibilidad de ir al Mundial de Sudáfrica como tercer portero. Tras el Mundial, Chivas disputó la final de la Copa Libertadores y Michel estuvo presente en la obtención del subcampeonato continental.

Mañana en Querétaro, Chivas se juega la vida por la Liguilla, a dos juegos de terminar el torneo el boleto se encuentra en sus manos.