En términos de industria futbolera, entre México y España “sin duda hay grandes diferencias”, reconoce Alejandro Irarragorri, “sobre todo entender que el futbol español hasta antes del 2015, salvo excepciones, estaba quebrado, endeudado.

“El dinero estaba en manos de muchos directivos y gente qué se aprovechó, cosa que creo que también en momentos pasó en México. El Sporting parte de una circunstancia que para nosotros es una oportunidad, basada en esos endeudamientos que no le permitieron en el nuevo ciclo sacar la cabeza.

“Además de un férreo control económico, es una serie de activos que consolidados y que generan ingreso para la Primera División, pero que el 10 por ciento de lo que se genera en esa consolidación de propiedades lo reciben los equipos de Segunda; hay una sanidad financiera y una base en el futbol profesional, que es Primera y Segunda, y después en un futbol federativo, que es en la Tercera hacia adelante, donde existe un espacio muy grande entre ambas. Son economías sanas con controles claros en lo deportivo, comercial y financiero.

“Yo creo que los dos vienen de una historia de evolución; yo veo al futbol mexicano caminando hacia una mejor situación y estoy convencido de que con el liderazgo de la Liga MX hacia allá vamos”, considera el presidente de Orlegi.