Fresca, dinámica e impetuosa. Esas son algunas de las características de esta nueva y juvenil Selección Nacional de México que se impuso sin muchas dificultades ante Trinidad y Tobago por 2-0.

El Tricolor fue el amo y señor del encuentro desde los primeros minutos, en donde una serie de desatenciones de la delantera mexicana encabezada por José Macías, Paolo Yrizar y Jesús Angulo, impidieron la apertura del marcador por increíbles fallas.

Sin embargo, Macías se reivindicó y consiguió su primer gol con la Selección Mayor al robar un balón en la media cancha, enfilarse a la portería rival y sacar un disparo que venció al arquero Phillip Marvin.

El ímpetu azteca no pudo ser contenido por la endeble zaga caribeña que con el transcurrir de los minutos fue cediendo más y más metros a la escuadra nacional.

Jesús Angulo amplió la ventaja para los mexicanos cuando aprovechó una jugada por la banda derecha, recibió dentro del área y sacó un zurdazo a primer poste que dramáticamente se incrustó en la portería visitante.

Para la parte complementaria, el nivel del partido decayó, ya que aunque México mantuvo el dominio y el agobio sobre Trinidad y Tobago, pero ya sin jugadas claras de peligro, salvo disparos de media distancia que fueron contenidos por el arquero.

Ante la ausencia de goles, en las tribunas la gente prefirió divertirse con diversas dinámicas, como una guerra de porras, la ola, cantando el cielito lindo y encendiendo sus lámparas para alumbrar el graderío.

Los jugadores se brindaron, lucharon y dejarán en las manos de Martino su convocatoria para encarar el debut en la Nations League de Concacaf la próxima semana.