De espaldas, con la marca encima y la presión de obtener una victoria, Oribe Peralta se encontró en la cancha, tenía la pelota en sus pies, pero disparar al marco hubiera sido desperdiciar una gran oportunidad.
En cuestión de segundos tomó una decisión, cedió el balón para Giovani dos Santos, quien controló y recortó para dejar el esférico en la red.
Después volvió a provocar un estallido en la tribuna al cobrar la pena máxima sobre los últimos minutos de juego y dejar el marcador 2-0 frente a Gabón y obtener el triunfo que le da a México la oportunidad de afianzarse en el camino de la calificación a la siguiente ronda.
El Tri aún tendrá que definir su pase y lugar en el último duelo frente a Suiza en la ciudad de Cardiff, pero la victoria frente a los africanos les da calma y seguridad.