Pura felicidad se ve y se respira en el Deportivo Toluca, luego del triunfo, por dos goles a cero, ante el América, en el Azteca. El equipo sabe que tiene en sus manos la posibilidad de llegar a su sexta final en los últimos 10 años, y sólo faltan 90 minutos para confirmarlo.
Tras una práctica regenerativa en las instalaciones del club, en Metepec, el equipo se dispuso a observar un encuentro entre sus suplentes y la Sub-20. Todos estaban a un lado del campo y fue hasta ahí donde el goleador del equipo, Lucas Silva, recibió una tremenda sorpresa.
Cuando Lucas estaba sentado, viendo el juego, a lo lejos llegó su más grande fanático: su hijo, Lucas Jr., quien acudió corriendo a sus brazos y dibujó una sonrisa enorme en el brasileño, para después ponerse a jugar al futbol un rato con él.