Lucas Romero no se salvó y también fue sancionado con dos partidos de suspensión por la Comisión Disciplinaria después de las acciones violentas que ocurrieron durante el partido entre América y León el pasado 1 de abril.

En el partido, el árbitro central Fernando Hernández Gómez le dio un rodillazo en las partes bajas al jugador argentino, lo que llevó a la sanción de 12 partidos de suspensión para el árbitro. Pero el futbolista de la ‘Fiera’ también se llevó su parte.

Según el comunicado oficial de la Comisión de Arbitraje, la suspensión de Romero fue por contravenir los principios de la deportividad y el “Fair Play” a través de acciones hacia los oficiales de partido que culminaron con el rodillazo que le dieron.

Los esmeraldas estaban reclamando al árbitro una mano en el primer gol de las Águilas, y varios de ellos lo encararon para recriminarle la situación, lo que desencadenó en la reacción del silbante.