Contaba la leyenda que algún día un Xoloitzcuinte tomaría por asalto el mismísimo infierno, que demostraría su poder y saborearía las alegrías del triunfo como ya 10 veces antes había disfrutado el mismísimo Diablo, el mismo que vio como este domingo esa leyenda se hacía realidad pese a su dolor.
Nada más justo que el triunfo de un perro de casta, uno que ladra y muerde, que puede enseñar los colmillos y bailar cada que anota, que puede soportar todo tipo de ataque pero encuentra el momento preciso para atacar a su presa. Así lo hicieron Richard Ruiz y Duvier Riascos para darle su primera estrella a una franquicia que aunque con poca historia, comienza a bañar de dorado su corazón.
Con global de cuatro goles a uno luego de vencerlos por dos a cero en la vuelta de la Final del Apertura 2012, Tony Mohamed encaminó a su equipo a su tercer triunfo en cinco juegos ante un Diablo que pudo dejar fuera a Chivas, a unas Águilas, pero no pudo hacer valer su experiencia ante unos Xolos que hicieron suya la Liga.
Ahí estaba Cirilo Saucedo luego de salvar un par, Fidel Martínez haciendo de las suyas al frente, la misma Culebra Riascos encabezando un ataque que resultó mortal sobre un equipo que estaba terminó indefenso, desesperado, triste.
El primero de los 2 goles cayó tras un gran tiro de Fernando Arce que se estrelló en el poste y fue rematado por Ruiz mientras Talavera trataba de hacer hasta lo imposible por salvar su meta sin encontrar resultado.
Luego llegó Riascos, fenomenal, tras una diagonal del Neymar ecuatoriano, una, dos fintas, y adiós al mismo Tala. Quedó solo, estoico, frente a la portería, y no falló, había llegado la segunda mordida, esta vez una que daba fin a cualquier despertar del diablo.
Xolos alzó la Copa, celebró su primer Campeonato y seguramente Chivas agradecerá su conquista pues evitó así que los Diablos los empataran con 11 estrellas.
Se vale llorar, claro, porque solo unos cuantos pueden presumir haber vapuleado al Diablo y haber salido con una Copa en sus manos. Llora Mohamed, llora de felicidad, porque tú hiciste de este Xolo el mejor de México, el Xolo Campeón.