Tener una versión light de los silbantes que pitan en la Primera División, para ofrecer un producto de mayor calidad, sí es un objetivo de quienes dirigen al futbol mexicano, tal como aseguraron seis decanos del arbitraje nacional.
Decio de María, presidente de la Liga MX, confirma que a los jueces se les pide ser “facilitadores” en los encuentros, aunque se resiste a aceptar que tengan un límite de faltas señaladas y tarjetas mostradas.
“De parte de la Liga, lo he dicho públicamente en varios foros. Lo mencionamos en la reunión del Régimen de Transferencias de Cancún de hace un año”, recuerda. “En el tema del arbitraje, se les dijo dos cosas: que sean facilitadores del juego y dejen de ser protagonistas. Se les dijo tal cual hace un año”.
El ex secretario general de la Federación Mexicana de Futbol considera que estas solicitudes pueden incomodar a los ex silbantes que hoy fungen como analistas en diversos medios de comunicación, pero está convencido de que los futbolistas son quienes deben acaparar reflectores.
“Parece que, a los que lo critican, les molesta [esta forma de trabajar], pero fue abierto, clarito”, insiste. “Fue una petición. De ahí, a que lo hagan, hay una diferencia”.
“Finalmente, ellos toman las determinaciones que deben tomar, pero sí, desde hace un año se les pidió que fueran facilitadores y no protagonistas. Los verdaderos protagonistas son los jugadores”.
Por lo que confía en que no marcarán diferencia durante la Liguilla, pese a que algunos ex jueces han manifestado su preocupación, debido a los varios errores arbitrales presentados en la fase regular del Clausura 2013.
Pese a que algunos estrategas, como Tomás Boy (Atlas) y Miguel Herrera (América), han manifestado su descontento con la labor de algunos silbantes, De María adelanta que no se cederá ante presiones externas en el momento de hacer la designación para los cotejos.
“Antes se usaba el famoso ordenador, que molestaba a algunos. Hoy, ya no, y nadie pidió absolutamente nada [en la reunión efectuada ayer, con los altos mandos del arbitraje]”.
Lo que supone mantener la línea de silbantes light que ha caracterizado al balompié nacional desde el Apertura 2011, cuando inició la mutación de la actual Liga MX.