Todo quedó en susto. Cruz Azul supo levantarse de la sorpresiva derrota en La Corregidora y de un comienzo incierto ante los Bravos de Juárez, para reconciliarse con el triunfo y demostrar que el equipo está fuerte mentalmente.
Sin embargo, la noche fue complicada para el conjunto cementero que se fue a la lona en el primer minuto de juego, luego de que Darío Lezcano perforara la portería de Jesús Corona ante una desatención en el zaga local.
Cruz Azul cayó en nerviosismo y la dupla en ataque conformada por Santiago Giménez y Jonathan Rodríguez no se encontraba, sin embargo, Luis Romo encadenó una jugada individual dentro del área y sacó un tiro-centro que se paseó de extremo a extremo para encontrar a un solitario Yoshimar Yotún que solamente impactó el balón contra la red, al 32’.
La Máquina reaccionó en el último cuarto de hora y buscó el segundo tanto, pero la falta de puntería en ataque se lo impidió y se marchó al descanso con la igualada.
Para el complemento los celestes no se lo pensaron y de inmediato se lanzaron al frente con ánimos renovados, y rápidamente encontraron su recompensa con derechazo cruzado por parte de Jonathan Rodríguez en el 47’.
El equipo de Robert Dante Siboldi recuperó la confianza y con ello, volvió a mostrar lo mejor de su repertorio ante unos Bravos que muy pronto bajaron los brazos. Como consecuencia de ello, la Máquina pitó por tercera ocasión en un contragolpe letal que encabezó Santiago Giménez y que culminó en gran forma el “Cabecita” Rodríguez para sellar su doblete al 62’.
Cuando el partido agonizaba, los Bravos le pusieron un poco de emoción al partido con un cabezazo a balón parado por parte de Gustavo Velázquez en el 86’, pero ya fue demasiado tarde.
Después de reconciliarse con el triunfo, el cuadro cruzazulino tendrá que encarar una difícil visita al Atlético de San Luis, para confirmar su recuperación.