La ayuda que alguna vez llevó a los jugadores de la Selección Mexicana, cuando la dirigió de 2002 a 2006, es la misma ayuda que Ricardo La Volpe no duda en traer al Atlante, con la finalidad de hacer que algunos jugadores crean en sí mismos y no tengan temor a desarrollar todo su potencial futbolístico dentro de la cancha.
Así lo manifestó el propio entrenador del Atlante, quien hablaría con la directiva para traer a Cancún a un profesional para ayudar a elementos como Eugenio Arochi, Jerónimo Amione, Sergio Nápoles y Carlos Calvo, a creer más en su capacidad futbolística dentro de la cancha.
“Quizá sí hable con la directiva para traer a alguien, que le llegue a la autoestima a los jugadores, que hablen más y digan lo que sienten, lo que ven. No hay ninguna duda”, dijo el timonel, y explicó el caso de algunos que todavía muestran nerviosismo en la cancha.
“Llevo tres meses acá y tal vez tengo que acercarme a ellos, como en el caso de Amione, Nápoles y Calvo, quien cuando comete un error lo corrijo y le pregunto si entendió, y me dice que sí, pero lo vuelve a cometer, porque la verdad es que no entendió pero por miedo te dice la verdad y menos enfrente del grupo. Es lo mismo que cuando estás en la escuela cuando la maestra pregunta si entendieron y todos dicen que sí y se van con la duda a su casa, pero pocos con carácter se acercan y le preguntan. En el futbol es igual.
En el caso de Nápoles, “es un jugador que desde hace dos o tres años lo están esperando (para que dé el estirón). Tienes las cualidades, las condiciones, pero le he dicho, primero ve a la iglesia a agradecer a Dios y luego pon todo lo que tienes en la cancha. Pero Dios no te va a ayudar si no hacés nada, no te puede ayudar si no hacés tu esfuerzo. Lo mismo dije a Amione. Pero si todavía te falta, carácter , identidad, sacarte el nerviosismo, necesitás ayuda, desde mi punto de vista”.
También sucede con Arochi, a quien le dijo. “Usted está debutando por La Volpe y ya hay una deuda hacia mí. Pero si el jugador después no tiene el mismo rendimiento en un entrenamiento que en un partido, bueno, necesita ayuda en que crea en sí mismo, en ser el jugador que La Volpe cree que es”, dijo.