Aparicio, de 29 años, quien reside en Atlanta, en el estado de Georgia, fue detenido con unos amigos cuando junto con sus amigos durante unas vacaciones en Florida, lo que le atrajo una verdadera pesadilla.
Mientras circulaban en el automóvil del deportista un agente los detuvo por que circulaban con una luz apagada, tras pedirle los papeles y este presentar una identificación mexicana los agentes le pidieron que bajara del automóvil, sin explicarle que llamarian a la Patrulla Fronteriza.
El púgil mexicano fue detenido y puesto bajo custodia de la Policía de Inmigración de Estados Unidos, tras pasar 10 días detenido salió en libertad bajo fianza y enfrenta un proceso en su contra que podria terminar con su deportación.
El abogado Wilfredo Allen menciona que casos como estos son fruto de las redadas planeadas que obedecen a un racismo sistemático para quienes parece ser de ascendencia hispana.
Pese al miedo el boxeador no se rinde y asegura que peleará para que “se haga justicia no sólo para mi, sino para que muchas personas que están encerradas por la misma situación”.