Aunque que Julio César Chávez Jr pasó un año ingresado en un anexo para buscar curar sus problemas de adicciones, que, según su padre, son a “pastillas para adelgazar”, su comportamiento errático en los últimos meses, polémicas acusaciones y presunta recaída tienen consternado a Chávez González, que abiertamente confiesa sentir miedo de que su hijo se muera.
Entrevistado en el podcast ‘Bromeando con los Rivera’ acerca del estado de salud de Julio César Chávez Jr., el Gran Campeón Mexicano lamentó que los problemas de adicciones parezcan un tobogán sin fondo en la vida de descendiente que lo afecta no solo a él, sino a todos los sus seres queridos.
“Me da lástima, porque sus hijos están chiquitos y no los está disfrutando. Me duele que se vaya a quedar loco, que le vaya a pasar un accidente manejando a las 12-1 de la mañana a todo lo que da, que le vaya a dar un infarto de tantas pastillas que se mete”, confesó.
La leyenda del boxeo mexicano, quien fue víctima de adicciones al alcohol y drogas, logró salir adelante y presume más de una década limpio. Tras aquella pesadilla, abrió clínicas de rehabilitación para ayudar a quienes lo necesitaron, pero eso le produce más impotencia al no poder ayudar a su hijo.
“Es algo muy doloroso para mí, porque los hijos son otra cosa. El dolor más grande que siento es que, teniendo mis clínicas de adicciones, no lo puedo ayudar”, contó.
“Estuvo un año en un anexo, todos muy contentos y todo, pero a la semana salió y ¡otra vez! Yo digo: ‘Dios mío, ¿qué pasó?’. No es posible que a la semana recayera en las pastillas y digo: ‘¿Qué hago?’. Lo he metido otra vez a la clínica, se limpia y otra vez sale”, sentenció el de Ciudad de Obregón.