El sueño anhelado, el momento de alzar la Copa y vestir la camiseta de campeón ha llegado. Santos y Rayados se juegan todo el esfuerzo de una campaña en un solo juego; los de Torreón, obligados a romper el maleficio, y el Monterrey, con la ilusión de mantener su buen paso y convertirse nuevamente en el mandón del futbol mexicano.
Luego de haber empatado 1-1 en un apretado y emotivo partido de Ida, los jugadores de Benjamín Galindo y Víctor Manuel Vucetich se juegan en 90 minutos –o más, en caso de ser necesario– el trabajo de muchos meses y la ilusión de una fanaticada lista para celebrar el triunfo.
Con Oribe Peralta convertido en un crack, Santos buscará coronarse ante su afición, en la cuarta Final que disputa en los últimos cinco torneos, aunque sin mucho éxito; pero en esta ocasión llega después de haber brindado un buen juego en el Tec, aunque los Rayados lograron empatar de último minuto, gracias a un penalti de Baloy que el chileno Humberto Suazo hizo efectivo.
Del otro lado, Vucetich pondrá en juego su categoría de invencible en estas instancias, con la esperanza de darle al Monterrey su tercer Campeonato en las últimas seis campañas y primero desde que vencieron, en el Apertura 2010, precisamente al Santos.
Los dos equipos, cuyo desempeño en el torneo regular no desmereció, se enfrentan por la máxima gloria en el futbol nacional con un arsenal grandioso: del lado de los Guerreros están Peralta, Ludueña, Suárez y Quintero, quienes buscarán machacar la defensiva de los Rayados, que tienen en Pérez, Reyna, Chelito, De Nigris y Suazo a los hombres que pretenden perturbar a Oswaldo Sánchez y compañía.
El cotejo también tendrá tintes de revancha, y no precisamente por lo del Apertura 2010, sino porque apenas en abril, el Monterrey evitó el viaje de Santos al Mundial de Clubes a final de año, al despacharlo en la Final de la Concachampions.