Peculiar mañana en la residencia oficial de Los Pinos, con aroma a futbol, proveniente de dos invitados que causan revuelo: la Copa FIFA y Hugo Sánchez.
Decenas de teléfonos inteligentes forman una lluvia de flashazos en cuanto el presidente Enrique Peña Nieto retira la oscura tela que resguarda al trofeo que representa la máxima ilusión de cualquier persona ligada profesional o sentimentalmente al balompié.
Asombro y emoción, experimentados minutos antes, cuando varios de los invitados al salón “Adolfo López Mateos” se percatan de la presencia del Pentapichichi.
El Tour de la Copa del Mundo por México finaliza con un evento en el que no sólo el galardón llama la atención. Antes de que el Primer Mandatario llegue al recinto, el ídolo atiende innumerables peticiones de posar para la instantánea.
Quienes se quedan sin la imagen del momento intentan acercársele en cuanto termina el acto, aunque ya no es tan sencillo.
Hugol atrapa reflectores; hasta es mencionado por el Presidente al inicio de su discurso, pese a no formar parte de la mesa de honor. Le llama “ícono del futbol nacional”.
Justino Compeán, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, sí la integra, así es que entra al salón, pocos minutos antes de que inicie la ceremonia protocolaria… Exactamente cuando el ex goleador es el centro de atención.
Estatus que pierde durante algunos minutos, esos en los que el dorado reflejo del trofeo ilumina el lugar… Y alimenta los sueños de protagonizar historia sobre los campos del gigante sudamericano.
“Al llevarse a cabo esta justa deportiva en Brasil, también habremos de sentirnos en casa”, asegura Peña Nieto. “Haremos de Brasil nuestra casa, jugaremos prácticamente como locales, pero sintiendo que realmente el espíritu latinoamericano habrá de acompañarnos”.
“Por eso es que tenemos gran confianza en que nuestra Selección tenga un gran y digno desempeño”.
Compeán atina a sonreír tímidamente. El compromiso de tener una actuación sin precedentes ha crecido aún más.
Eso sí, no hay saludo, ni siquiera a la distancia, con Hugo. La relación se hizo añicos tras el cese del Pentapichichi, como director técnico nacional, hace casi seis años.
Jesús Mena, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), y Carlos Padilla Becerra, presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), llegan a Los Pinos con Justino, pero sí se acercan a estrechar la mano y platicar con El Pentapichichi.
Quienes no alcanzaron a tomarse la fotografía con Hugol sufren al final. La Copa FIFA permanece unos cuantos minutos, más el ídolo se enfila a la salida. Sólo podrán “inmortalizarse” con uno de los dos. Para entonces, Compeán se ha ido. Abandonó el salón rápidamente, incluso, antes que Peña Nieto.