Encontrar una oportunidad en el futbol profesional no fue una tarea fácil para Fernando Arce. En su natal Tijuana pateaba el balón entre seis hermanos y, a decir del propio Arce, era un referente de los equipos locales en su ciudad.
“Participé en un club llamado ‘Amateur’, y estuve muchos años jugando prácticamente futbol llanero. Participé en varios torneos nacionales y estatales representando a Baja California y La Mesa, y ha sido lo mío desde muy joven, ser protagonista en los equipos que participé”, aseveró el mediocampista de los Xolos.
En busca del profesionalismo, la travesía de Fernando Arce comenzó en el América, donde encontró refugio a su inquietud de formar parte de una institución que le diera aspiraciones de debutar en Primera División.
“En un torneo nacional me recomiendan para ir a hacer una prueba en 1996 para la (Selección Mexicana) Sub-17 que dirigía Jesús del Muro y Jorge Valtonrá y ellos permitieron que me quedara en esa Selección y diera mi primer paso para ir al América”.
Sin embargo, el estar en un equipo grande como las Águilas no le aseguraba un lugar en la Primera División, por el contrario, llegó a limitar sus expectativas, hasta que se abrió la oportunidad de ir al entonces recién ascendido Irapuato.
“Hicimos una base sólida, pero era complicado jugar en Primera División en un equipo que contrataba mucha gente extranjera y tenía a los mejores jugadores mexicanos. En el 2000, Raúl Quintana, que pertenecía a Grupo Televisa, después fue presidente de Irapuato cuando ascienden y me pide prestado para allá”.